lunes, 27 de agosto de 2012

Consigna del Taller: Circunloquio

  ¡Invitar a salir a un chico sin que se note que una está dispuesta a todo!

Desde que empezó el cuatrimestre, Fabián se sentaba siempre en el primer banco, cerca de la puerta. Era imposible entrar sin hacer un esfuerzo para no mirarlo. Cuando en la clase levantaba su mano suavemente pidiendo la palabra, se me caía la mandíbula escuchando su voz, segura y pausada. Al correr los días me fui ubicando cada vez más cerca de él. Ya estaba en el banco de al lado, hice que se me cayeran las hojas de la carpeta. Me las alcanzó cortésmente, sin palabras y ni siquiera me miró.
-Este pibe ¿quién se cree que es?- pensaba yo. Tenía que encontrar la forma de ponerme para que me viera, que me registrara.
Estábamos haciendo Sociedad y Estado. Él parecía muy interesado en ciertos hechos sobre el comunismo en América Latina y le  pedí  información  a un tío mío. Al otro día empecé a levantar la mano con preguntas bastante incisivas a la profesora, de manera que Fabián levantó la cabeza de sus apuntes, me prestó atención. Cuando terminó la clase se dirigió a mí:
- ¿De dónde sacaste todos esos datos?-
- De primera mano- dándome corte-  Tengo un tío que fue militante en esa época  y me facilitó material. Tengo grabaciones, películas, escritos, de todo. Claro que, tendrías que venir a mi casa, si es que te interesa. Esta noche me quedo sola. Mis padres se van de viaje. Tendríamos tiempo para que veas todo. En fin lo que vos puedas. Mientras tomamos café…
 -¿te parece?-
                                Raquel Micheli                                                                                                               

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