sábado, 14 de diciembre de 2013

El botón

Sobre la vereda manchada, contra la pared estaba el cuerpo del pibe. Llegó la policía. Enseguida la ambulancia. Y se lo llevaron. Solo quedó un grupo de mirones y los canas haciendo su trabajo. Marcas de tiza, cintas. Estaba claro, lo apretaron por “la merca” y se les fue la mano. No vieron el botón en la grieta de la pared. Pobre pibe.

 Al ratito nomás cayeron el abuelo y “el tano”. Los padres ni siquiera aparecieron. Pero “el tano”, con su saco de siempre, tenía un botón de menos.

Raquel Micheli
2013

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